jueves, abril 03, 2008

De alguna forma hay que partir



Dicen que lo mejor es empezar por el principio, y mi principio, en este Blog, es contar lo que a mis oidos llegan, lo que me sorprende, lo que me encanta día a día...

Para los que no saben (que creo que son la mayoria) este año, al fin, estoy cumpliendo uno de mis sueños, estudiar Historia, en un comienzo pedagogia para luego obtener la licenciatura, y aquí, no solo en las aulas sino también en la relación con mis compañeros, he encontrado tantas historias, tantas vivencias, que necesitaba un lugar donde volcar toda esta historiografia, y asi nace esto... así como me lo contaron.

Además, ultimamente me he reencontrado con la escritura, no podria decir con la literatura porque
no me alcanza para tanto, pero bueno, eso lo podrán juzgar ustedes porque me atreveré a publicar a aquí una historia sin nombre aún acerca de... bueno ya verán ustedes








Es dificil, jamas pensé que necesitaria tanto trabajo, con los corderos es más facil, pero una piel de cordero no hará lo que esta, no...

Toma la piel, la revisa, parece agradarle, sin mirarme la lleva a un tonel con un liquido burbujeante, luego de sumergirla por completo la pone sobre la mesa y comienza a frotarla.

- Pa' la otra semana va estar, hay que esperar la luna, recién ahí se la va poder poner, pero acuerdese que hay que cargarla primero, ya sabra usia como verda'?

- Algo me dijo mi abuelo, aunque no mucho la verdad, ya sabe usted señor Bahamonde que él se fue hace tiempo ya.

- Si, la rosita se lo lleo', aunque se bien que aún debe andar por ahí, tomándose la cañita con el pata e' hilo.

Lo saludo cordialmente pues tiene razón en lo que dice, mientras salgo de la casa pienso en la cirrosis de mi abuelo y en el día en que lo vi morir.


- Ahora es tuyo <> no eres el mayor, pero naciste marcao', el tercero de tres hermanos, el bastardo, el nacido del pecao', del engaño, ese ere tú.
Lloraba mientras lo decía, pero en ese momento no lo entendía, que iba a entender un pendejo de siete años, solo lo abrace y deje que ahí muriera, confiando en que sería yo.

Me presenté ante la recta provincia, al llegar a la cueva, el solo se movió, aunque con dificultad, pero ni siquiera me miró era como si supiera lo que era, o lo que me convertiría



No hay comentarios: